Discapacidad en educación superior. ¿Qué está pasando en Colombia?
Sobre el tema tuvimos un interesante conversatorio dirigido por Sandra Marcela Zúñiga Bolívar, Terapeuta Ocupacional, Magíster en Salud Pública y Doctoranda en Educación, quien nos habló de la actualidad colombiana en el mismo, con el objetivo de leer las prácticas de inclusión como una condición de posibilidad.
¿Qué está pasando con la inclusión en la educación superior hoy en día en Colombia? Esa es la pregunta cuya respuesta, a manera de conclusión para Sandra Marcela, es: “A nivel de educación superior todavía hay una inclusión inconclusa. Todavía tenemos una alta influencia de la institución médica. Seguimos viendo a las personas con discapacidad desde la limitación y la falencia, así que a Colombia le falta mucho camino por trasegar”. Para llegar a ella abordó 3 temas:
Relación entre la educación superior y la inclusión de personas con discapacidad
En Colombia en 2013 surge la política de inclusión a través del Ministerio de Educación Nacional. Esos lineamientos colocan su fuerza en la diversidad, considerada como las condiciones inherentes al ser humano que te hacen característico. La discapacidad se convierte en una diversidad más.
Se comienza a hacer un debate de la inclusión en la educación superior. El debate gira en torno a la discapacidad y a partir del debate comienza a instalarse un concepto de discusión, reflexión en la sociedad, sobre la discapacidad, la inclusión del discapacitado y la educación permanente en el marco de una sociedad de derechos.
Tensión actual entre la calidad de la educación y la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo universitario
La Ley 30 de 1992 y los lineamientos de educación no se leen conjuntamente, no interactúan, no van en coherencia. Al parecer son dos realidades diferentes, dos mundos aparte. Ahí está el clic del porqué la inclusión en la educación superior termina siendo un deseo incumplido.
La calidad implica que las universidades estén a la vanguardia, que tengan la capacidad instalada para formar un pensamiento crítico y reflexivo, que puedan atender a rankings internacionales que las clasifique como de alta calidad y esto genera que vaya en contravía con la política de inclusión que busca brindar oportunidades a los estudiantes acordes con sus capacidades. Por esta razón se puede concluir que la calidad es sinónimo de exclusión.
Diagnóstico inicial de las prácticas de inclusión en la educación superior en Colombia
No existen prácticas de inclusión en la educación superior en Colombia. Lo que existe es un conjunto de lineamientos y unas autonomías institucionales, donde prima el concepto de discapacidad o de limitación y de necesidad; lo cual conlleva a pensar en el déficit.
En Colombia se evidencia que los discursos muestran un amplio panorama en pensarse la inclusión para la discapacidad sensorial y motora, pero no hay elementos que permitan evidenciar la posibilidad de incluir a las personas con discapacidad cognitiva o intelectual.
En la política pública en general no se hace alusión a los apoyos requeridos por los estudiantes con discapacidad cognitiva, dado que los lineamientos que se promulgan son generales.
Lo que se ha logrado en términos de inclusión no es porque las instituciones lo hayan desarrollado, sino porque los sujetos han tenido que recurrir a las vías jurídicas para conseguirlo.
Cuando se estudie la educación superior y la inclusión se debe realizarse un estudio de las diferentes formas de educación superior, no solo las universidades categoría alta porque en los otros lugares hay otras posibilidades de la formación.
La educación superior debe dejar de ser algo elitista a hacer posible el derecho de las personas a esta, mediante un acceso equitativo, financiado y sostenible.
Reflexión final
La Ley 30 de 1992 a nivel nacional, nos da a entender que la única opción de la educación no es la universidad. Existen otras formas de lo universitario, como lo es la formación técnica y tecnológica, la cual es el conjunto de habilidades y destrezas adquiridas para el desarrollo de un arte u oficio. No es un lugar donde hay altos desarrollos científicos, pero sí se trata de un conocimiento que se vuelve destreza y habilidad. La educación técnica y tecnológica es el mejor lugar para la discapacidad intelectual y cognitiva.
Actualmente estamos en un momento coyuntural e histórico donde las profesiones cortas y certificadas son requeridas, razón por la cual las personas con discapacidad cognitiva e intelectual tendrían un lugar de posibilidad.
Es el momento idóneo para que las organizaciones de personas con discapacidad construyan alianzas estratégicas con las instituciones técnicas y tecnologías, dado que todo el apoyo derivado del actual gobierno estará destinado a la formación técnica y tecnológica. En Colombia se requiere formar para el empleo, pero también para el emprendimiento.
Unas personas con discapacidad pueden ir a la universidad su se logra articulación entre la política de calidad y la política de inclusión, pero también existen otros lugares que no los vemos y que no son las universidades políticamente organizadas, sino las instituciones técnicas y tecnológicas que abre el conjunto de posibilidades y garantiza que la educación superior sea un derecho universal.
Revive acá el conversatorio “Discursos de prácticas de Inclusión de estudiantes con discapacidad en Educación Superior”
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